viernes, 27 de julio de 2007


Conduciendo, los dedos de mis manos bailan alrededor del volante.
Lejos dejo unas pocas cosas sin resolver. Solo quiero sentir el viento y no soltar el pie del acelerador.
Mis ojos ven mucho mejor mientras me alejo.
La carretera es larga y oscurece.
Enciendo las luces y subo la música.
Respiro tranquila.
Largarse no es de cobardes. Es mucha carretera.

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